Dios se enfado, por eso llueve. El mar se trago mi casa. Hoy día, los medios nos han abierto los ojos al mostrarnos noticias que reflejan las consecuencias nefastas que trae el calentamiento atmosférico.
Si bien el cambio climático no es un problema moderno, actualmente este representa uno de los desafíos más grandes que enfrentamos como humanidad y cuyos impactos viviremos de aquí en adelante. Cuando escuchamos ese tema, podríamos llegar a pensar que los lideres políticos son los de la responsabilidad, ya que ellos en nombre de los gobiernos que representan deben asumir un nuevo compromiso para financiar la adaptación al cambio climático e implementar políticas públicas que eviten una crisis ecológica mundial.
Pero nosotros ¿qué hemos hecho al respecto? Si, porque a pesar de lo trillado que pueda sonar las grandes acciones se integran de otras más pequeñas. Hay muchas cosas que como individuos y en el contexto de nuestro hogar, familia o comunidad podemos hacer para reducir los efectos nocivos de este problema.
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