Hoy
vuelvo a creer que la finalidad de quien escribe es volver a nacer, sólo que a
través de las palabras. Y es justo por ello, que en el mismo instante en que
inicio un texto, descubro centenas de personas aquí dentro, es como ir
construyendo otra versión de mí, no obstante de que algunos dolores puedan seguir
clavados en el pecho, y precisamente eso me da la sensibilidad de registrar
quien fui en cada una de mis experiencias y puedo constatar lo obvio, así como
nadie se baña dos veces en el mismo rio, nadie escribe el
punto final de un texto del mismo modo en que comenzó. Este texto lo empecé hace
un año y hoy afortunadamente soy otro.
Escribir ayuda a desprenderse de la
carga que no sirve, ayuda a reír y a compartir cosas afines con otras personas.
Escribir es aligerarte.