jueves, 9 de abril de 2020

Hoy hace un año.





La vida no es una metáfora, no se puede predecir, simplemente no habría que planearla. La vida es lo que pasa ahora, mientras mis dedos se adormecen intentando acompañar el ritmo de lo que pienso. La vida es el respirar y el latir del pecho, simultáneo y asincrónico. La vida no es intencional, y no siempre es la misma para todos. A veces desconcierta por  las circunstancias imprevisibles y aleatorias, que parecieran como guiadas por un poder supremo. 


No hay nada total y puramente subjetivo. Las decisiones, los juicios, incluso este pensamiento confuso e inconexo que tengo en este momento sobre nosotros se podrían explicar lógicamente. La vida no es una metáfora .

La vida no termina, simplemente los momentos agotan su espacio personal dejando sembrada su esencia de forma aleatoria. La vida continuó y continúa ahora.


En memoria de nuestros sueños.