jueves, 7 de enero de 2010

XXI


Quería plasmar en poemas la desesperanza que hay en mis entretantos, pero mi deseo falló y fracaso amargamente. Por mucho tiempo preferí decir las cosas de una manera más suave, pero al final la intensión terminó por perderse ante los ojos ajenos. Eso debería ser objeto de cuestionamiento de algún critico, no mio. Aún cuando soy el primero en cruzificarme cuando me leo, e intento recuperar en palabras antiguas la misma sensación, la misma linea tenue de un sentimiento roto.



Ahora quiero limitar mis ideas utilizando un recurso diferente, que no sean las lineas horizontales donde encaja todo. Quiero ser tan exacto en mis declaraciones, para que aquellos que no me conocen puedan entender la medida de mis desasosiegos. Mantendré la intensión alejada de los deseos para realizar una manifestación eficiente.

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