viernes, 26 de junio de 2009

RE-COR-DAR

Recientemente he escuchado de varias personas un tema que seguramente es un lugar común en todo ser humano. El no saber donde estamos parados, ni como llegamos a ese punto y lo entiendo, porque también lo he sentido, sin embargo, creo que lo más desesperante es saberte con una una ruta trazada y darte cuenta que muchas veces sin razón aparente estas totalmente fuera de ella.


Tampoco me atrevería a afirmar que el no salirse de la ruta es lo "ideal" y que seguramente cuando nos llegamos a quedar a la deriva, se debe a un autosabotaje o falta de pericia en el timón. Tal vez por alguna extraña razón esas "desviaciones" del camino forman parte de nuestro auto aprendizaje y por lo tanto paradas obligatorias en nuestro trayecto.


Hace unos días en un taller, escuche una historia que me parece queda como anillo al dedo en esta ocasión. En algunas tribus de la República Democrática del Congo (ex Zaire), se acostumbra que una vez que se verifica el nacimiento de un ser humano, se reunen varias madres en torno al recién nacido y le componen una canción especial. Esa canción es única y toda la vida lo acompañará.


.....como suele suceder en muchos casos, se pierde el camino y hay consecuencias. Pero en estas comunidades africanas, cuando se presentan esos casos, se reunen nuevamente las mujeres que fueron testigos del nacimiento y que estuvieron presentes cuando se compuso la canción de esa persona y se la cantan nuevamente con la intensión de que recuerde cuales son sus orígenes, de donde vino y a donde va.


La clave esta en recordar y entender el verdadero fondo de esa palabra, volver al corazón....

2 comentarios:

Marlenne Magallanes dijo...

Perdooooon! Quería comentar desde hace mucho tiempo, que leí esta entrada. Magnífica. Usaré el final para mi post de hoy.

Nemheim dijo...

Hola!

Aunke hay dias como hoy ke duele, y mucho volver y date cuenta del camino perdido..
Saludos