martes, 17 de septiembre de 2013

Diez mil



Uno de mis propósitos este año fue retomar este espacio a toda costa, y justo hoy amanecí con ganas de escribir. Seguramente fue por la sensación que tuve el lunes por la noche que me hizo pensar en que estoy bastante cerca de encontrar el balance en mi vida, al menos en ciertos ámbitos.

Aunque últimamente vivo en el exilio de las letras y sólo entro para releer las entradas, siempre termino preguntándome ¿Cómo es que acabé transformando mis textos en un medio para vomitar todos esos dolores que me incomodaban, los cuales durante cuatro años fueron colocados como personajes principales de casi todo lo que está escrito aquí? 

Por que no escribir de música, porno, cocina o cualquier otro tema. A decir verdad, tengo varias respuestas para esa pregunta, algunas son muy cortas, otras mas largas y rebuscadas, pero ninguna de ellas me ha dejado satisfecho aún. No obstante, tengo bastante claro que después de toda esta catarsis, asimilé muchas cosas y ahora puedo decir que me siento mucho mejor, pero quiero dejar en claro que fueron cuatro años de recuperación de varios golpes -algunos me los dio la vida, otros me los dí yo- y aunque seguramente decepcionaré a varios autores de libros de auto-ayuda, no conseguí ser feliz en diez lecciones, en diez mil, tal vez.

No escribo por ser feliz, escribo para ser feliz.





No hay comentarios: