lunes, 28 de marzo de 2016

Hoy




No me preguntes cómo, pero al iniciar este año, tuve un presentimiento de que éste realmente sería diferente a los otros, y a pesar de que el adjetivo diferente dice mucho o dice poco, simplemente sentí que varias cosas buenas me pasarían. Tampoco quiero mentirte, hace unas semanas esa pesadumbre que puedes leer en la última entrada se apoderó de mi mente, provocándome una sensación de que las cosas no iban por buen camino y cuestioné mil y un veces ese presentimiento que tuve. 

Ahora quiero que me contestes, cuantas veces has leído frases motivacionales cuyo único propósito es darte a entender que no necesitas a nadie ni a nada para ser feliz. Muchas ¿cierto? Aunque te diré que personalmente no pienso que apliquen para todos, aún así, no quiero inclinar la balanza para ningún lado, por que esa afirmación no creo que sea del todo cierta, pero tampoco es del todo falsa. 

Efectivamente, sólo necesitas a una persona para hacerte feliz, y esa persona eres tú mismo, sin embargo, esa felicidad viene de tus decisiones, y una de ellas puede ser la decisión de compartir con alguien más.

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