Amar puede ser una gran mentira, puede ser sólo abstinencia. Somos
demasiado feos para el amor, ése interminable intercambio de caricias que llega
a convertir la piel en costra, ese juego donde las miradas se cansan, y si no
estás dispuesto a jugar de ida y vuelta, terminas consumiéndote.
¿Vale la pena
entrar en ese "juego" en este momento? ¿Si entramos, es por qué
estamos locos?
No
podemos perder la fe en nuestra vida, en el amor, es lo único que tenemos, es lo
único que nos queda.
Aparentemente
Meridiano cayó en coma, dejó de tener amor, de creer en él, pero irónicamente y
para mi propio bien, -dicho sea de paso- ese tiempo en el limbo de las palabras
fue el mismo que lo hizo regresar a contar nuevas cosas.
El mundo cambia,
todos estamos cambiando, adquirimos nuevos colores y MERIDIANO también gano
nuevos tonos. El gris y el blanco quedaron atrás. Ahora es tiempo de colores,
emociones, elecciones y decisiones fuertes. ¿Por qué? Es simple, no importa
donde pose mi vista, siempre habrá colores nuevos, pero no siempre estoy listo
para verlos.
1 comentario:
"El espíritu no muere. Se traslada. Se duplica. A veces suple, e incluso, suplica. Desaparece, se le cree muerto. Reaparece." Carlos Fuentes.
;)
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